Aguila Arpia en Panama

Águila arpía está amenazada por destrucción de su hábitat

La destrucción de los bosques y la cacería furtiva representan las principales amenazas para la especie.



 
Aguila Arp�a, Harpia harpyja





 
FALCONIFORME. En cautiverio, estas rapaces pueden vivir más de 40 años, no se sabe cuánto viven en libertad. 832776

En los últimos años se ha intensificado la labor de educación para la conservación del águila arpía, declarada como el ave nacional de Panamá, mediante la Ley No. 18 del 10 de abril de 2002. Se han desarrollado proyectos -como el del Fondo Peregrino- para criarlas en cautiverio para su posterior liberación, y próximamente esta especie de rapaz adornará la nueva insignia de la Policía Nacional, institución que se ha incorporado al Patronato del Águila Arpía.
Pero aún hace falta más investigación y esfuerzos para protegerla. Esta especie, que prefiere los bosques húmedos tropicales de tierras bajas, se ve amenazada por la des-trucción de su hábitat. Sin bosques y sin árboles, como cuipos y frijolillos -sus favoritos para anidar-, se reduce la disponibilidad de presas y la posibilidad de que se reproduzcan.
Una pareja de arpías solo se reproduce cada tres años, y en ese tiempo cría un solo pichón.
Actualmente se desconoce la población exacta de águilas arpía que habita en libertad en el territorio nacional. Tampoco se sabe cuánto tiempo viven en forma natural. En cautiverio, pueden vivir más de 40 años; en el Parque Natural Summit hay una hembra que tiene 48 años.
La cacería furtiva es otro factor que incide en su población. Según la bióloga Karla Aparicio, del Patronato Amigos del Águila Arpía, existen reportes de áreas donde se comen estas águilas como si fueran “gallina guisada”. Eso a pesar de que la ley sanciona con 5 mil dólares a las personas que capturen, trafiquen, causen daño o muerte a una arpía, a sus crías, huevos o nidos.
Hoy día, la especie, considerada el mayor depredador en el dosel del bosque, habita principalmente en la vertiente del Caribe, en Bocas del Toro, Chagres y Kuna Yala. En el Pacífico solo se ha encontrado en la serranía de Majé, en la provincia de Panamá, y en Darién. “Hay avistamientos en Colón, pero se necesita más investigación”, dice Aparicio, y añade que se conoce de la existencia de al menos 50 nidos en el país -si se asume que tanto el macho como la hembra de esos nidos están vivos, tal vez haya 100 arpías-.
“En un estudio que realicé, pude calcular que de acuerdo a la mejor condición del hábitat, en Panamá podría haber 209 parejas. Esa es la población que he estimado”, explica.
Para conmemorar la fecha y la ley que la protege, el próximo domingo 15 de abril se celebrará en el Parque Summit el Festival del Águila Arpía, un evento donde participarán varias instituciones y estudiantes, que ofrecerán información y presentarán juegos didácticos basados en esta ave.

Aguila arpia
 



Características

Es la rapaz más poderosa; las dimensiones promedio de la hembra del águila harpía son 100 cm de largo, 200 cm de envergadura y un peso de 9 kg. El macho tiene dimensiones más pequeñas: hasta 196 cm de envergadura y un peso aproximado de 8 kg. Es la segunda águila más grande del mundo, siendo superada en envergadura (distancia entre los extremos de las alas) solamente por el águila de Filipinas , aunque generalmente la harpía es más robusta. Los adultos de ambos géneros tienen plumaje de similar color, que consiste de tres tonalidades básicas: gris en la cabeza; gris muy oscuro, casi negro en algunos ejemplares, en la doble cresta en la cabeza, el cuello, parte superior del cuerpo y de las alas; y gris muy claro, casi blanco, en la parte inferior del cuerpo y de las alas. En las patas tiene unas líneas oscuras. En la cola tiene franjas del gris oscuro y del gris muy pálido. El pico es gris muy oscuro. La piel en las patas es amarilla clara. Las uñas son de color gris muy oscuro. Posee un pico fuerte y garras que pueden alcanzar los 15 cm de largo. Pueden vivir hasta los 40 años. Sus ojos tienen el iris color chocolate y en ocasiones este puede ser de color amarillo. Existen diferencias entre las aves jóvenes y adultas: las últimas presentan una banda ancha negra. Estas aves forman parejas de por vida.

Historia natural

La edad reproductiva del águila harpía comienza a los 4 o 5 años. Construyen sus nidos con ramas y palos entrecruzados en las copas de árboles altos (a 20 a 40 m del suelo, aproximadamente). En estos nidos las hembras depositan 1 o 2 huevos, y tiene una camada cada 2 o 3 años. Los huevos eclosionarán a los 56 días. La cría es alimentada diariamente, pero el suministro de alimentos puede suspenderse por una semana, para luego ser reiniciado. Las crías necesitan más de 4 años para completar el plumaje de adulto.
Es una especie superpredadora. Sus presas favoritas son los mamíferos  arborícolas como varias especies de monos, perezosos, coatíes, etc. También se alimenta de otras aves  reptiles como iguanas verdes, serpientes, etc. Pese a su porte tiene la habilidad de penetrar las frondas y espesos follajes para cazar a sus presas, siendo uno de los animales proporcionalmente más fuertes del mundo (levanta y lleva en vuelo tres veces su propio peso[cita requerida]). Prefieren las densas selvas vírgenes, por lo que la pérdida de su hábitat la pone en peligro de extinción. Su morfología está altamente adaptada al hábitat en el que caza. en efecto, sus alas, proporcionalmente respecto a su tronco, no son tan largas (lo que le permite volar ágilmente dentro de las copas densas de los árboles) aunque sí anchas; la cresta y corona de plumas, además de señal fanérica, tiene la función de redirigir los sonidos hacia sus oídos, que sumados a unos ojos de aguda vista preparados para la penumbra le permiten percibir rápidamente los menores movimientos de sus presas entre las espesas frondas. Ocupa el dosel superior de los bosques, y acostumbra estar cerca de los «barreros» (sitios con sal aflorante), donde se encuentran varias especies de animales, sobre todo mamíferos, que constituyen parte de su dieta. También se alimenta de crías de venado, pecaríes armadillos, y otros.



Es rápida y certera en sus ataques, siendo capaz de llevar hasta las copas de los árboles una cría de cerdo silvestre. En la naturaleza, el águila harpía caza apenas dos veces por semana, siendo este el motivo de que elija presas de gran porte.
Se extiende desde el Sureste de México pasando por Centroamérica, hasta el Sureste de Brasil y Paraguay y el Norte de Argentina. Vive tanto en la vertiente atlántica como en la pacífica.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la enlista en su libro rojo como una especie casi amenazada.
En Panamá, por su condición de ave nacional, está protegida por instituciones como ANCON ANAM y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, entre otras. En Ecuador existe un programa de conservación que trabaja especialmente para ella y para las comunidades que comparten sus territorios con esta águila: Programa de Conservación del Águila Harpía en Ecuador PCAHE
Toma su nombre de las harpías, monstruos mitad mujer mitad ave de la mitología griega.